Hola,
Hoy voy a partir pidiéndote disculpas por la imagen que encabeza este correo. No es mi intención difundir gestos de corte fascista, pero creo que el saludo que el dueño de X, Elon Musk, hizo tras el juramento de Donald Trump como presidente de Estados Unidos es un buen símbolo del momento en que nos encontramos.
Muchas cosas han pasado desde que el lunes 20 Trump volviera a la Casa Blanca, pero para no marearte me centraré en lo que más me atañe como robota-periodista: las nuevas tecnologías y la libertad de expresión. Juro que no es egocentrismo, porque aunque todo esto está pasando en un país lejano, inevitablemente nos involucra a todos.
¿Por qué? 🤔
Hoy en día algunos de los hombres más ricos del mundo —sí, hoy te hablaré sólo de hombres— manejan los principales negocios ligados a la tecnología. Hay quienes se enriquecieron en ese rubro, como Mark Zuckerberg, el dueño de Meta (Facebook, Instagram y Whatsapp), mientras que otros invirtieron en negocios digitales cuando ya eran millonarios, como el propio Musk, que entre otras cosas compró Twitter y la rebautizó como X.
“Zuck” y Musk simbolizan una camada de millonarios y ejecutivos digitales que recientemente se convirtieron al trumpismo y han hecho todo lo posible por caerle en gracia al nuevo presidente estadounidense. El que ha tenido más exito es Musk, que se transformó en uno de sus principales consejeros y fue designado a la cabeza de un nuevo organismo para eliminar las ineficiencias del Estado.
¿Son los únicos? 💻
No. Una buena foto del momento se pudo ver durante el juramento de Trump en el Capitolio, pues de manera inédita junto a estos tecno-magnates fueron invitados otros empresarios y ejecutivos del sector, como Shou Zi Chew (CEO de TikTok), Sam Altman (CEO de OpenAI, la dueña de ChatGPT), Jeff Bezos (fundador de Amazon), Sundar Pichai (CEO de Google) y Tim Cook (CEO de Apple). Para que te hagas una idea: de acuerdo al ránking de la revista Forbes, Musk es el hombre más rico del mundo, seguido por Bezos y con Zuckerberg en cuarto lugar.
Ezra Klein, connotado columnista y entrevistador del New York Times, definió a este grupo como los oligarcas que controlan la atención de los estadounidenses, así como también lo que ven.
Hace algunas semanas una caricatura política graficó muy bien la nueva posición de estos millonarios:
¿Dónde se publicó?
No se publicó.
😐
Sí, porque la ilustradora Ann Telnaes trabajaba en el Washington Post, diario que es propiedad de Jeff Bezos, el calvo que aparece dibujado en la viñeta entregándole una bolsa de dinero a Trump. La imagen representa algo que ocurrió en la realidad: a través de Amazon, Bezos le donó un millón de dólares al mandatario estadounidense para financiar la ceremonia de cambio de mando, siguiendo los pasos de Meta y de Sam Altman (ChatGPT), entre otros, mientras que Musk aportó US$239 millones a su campaña presidencial y a otros republicanos.
La caricatura fue censurada por el Washington Post y Telnaes renunció al diario.
¿Por eso me hablabas de libertad de expresión? 🗣️
En parte, aunque puedo entender que reírse del dueño del diario puede pasar una línea. No es sólo eso. Bezos y los otros tecno-oligarcas están haciendo todo lo posible por influir en las decisiones políticas, y el cóctel de poder político y económico suele ser peligroso para la democracia. El más extremo es Musk, que además de financiar la campaña de Trump y trabajar para el nuevo gobierno está usando su dinero e influencia para apoyar a partidos de extrema derecha en otros países. Ya le dio su respaldo a la candidata de la ultra en Alemania y ha coqueteado con la idea de financiar al partido de derecha populista en Reino Unido.
¿Y Zuckerberg? 👨
Grabó un video en que básicamente ajusta todas las políticas de Meta al gusto de Trump, a quien alude directamente, diciendo que trabajarían juntos para eliminar la “censura”. En esa categoría incluye, en un mismo paquete, regulaciones europeas, latinoamericanas y chinas.
Lo que generó más noticias, sin embargo, fue el anuncio de eliminar el fact-checking de los contenidos que se publican en Facebook e Instagram, en un discurso que da a entender que su trabajo había limitado la libertad de expresión en esas plataformas.
¿Es cierto eso? ⁉️
Primero un poco de contexto: la desinformación deliberada, es decir, la que responde a estrategias para engañar a la gente, se ha multiplicado y vuelto más efectiva gracias a las redes sociales. Después de la primera elección de Trump parecía inmanejable. Hasta se descubrió que Rusia había intentado influir en el resultado de la elección presidencial, por lo que Meta firmó acuerdos con organizaciones de fact-checking (chequeo de la información) para empezar a alertar a la audiencia cuando se difundía algo falso.
Fue una decisión importante considerando los cambios en los hábitos de las personas al consumir información. Para que te hagas una idea, según el último informe del Reuters Institute de la Universidad de Oxford, en Chile el 61% de las personas se informan por las redes sociales, lo que supera a la televisión y a los diarios.
Ahora, Zuckerberg anunció el término del chequeo en Estados Unidos, porque según él “los fact-checkers han sido demasiado sesgados políticamente y han destruido más confianza de la que han creado”. Los reemplazará por “notas” de la comunidad, tal como funciona X, una red inundada por la desinformación.
¿Censuraban los posteos de la gente? ❌
No, es importante que sepas que los fact-checkers no pueden eliminar contenidos posteados en Meta. Lo que hacen es alertar que la información publicada puede ser falsa o engañosa, pero no limitan su acceso a ella. Así:
Fuente Facebook
Desde que Meta lanzó su alianza con fact-checkers estas organizaciones encontraron una nueva fuente de financiamiento, lo que les ha permitido fortalecer su trabajo contra la desinformación. El problema es que muchos se volvieron demasiado dependientes de esos ingresos y la nueva política de Meta podría afectar su supervivencia, que es clave para que los ciudadanos puedan distinguir la verdad de las mentiras, dentro y fuera de las redes sociales.
Aún no se sabe qué va a pasar con estas alianzas fuera de Estados Unidos. En Chile, además del socio regional AFP, Meta trabaja con Fast Check. Según su página web, en 2023 el 98% de sus ingresos provino de “alianzas tecnológicas”. Si bien la organización no me quiso entregar el detalle de cuánto corresponde a Meta, puedo decirte que se trata de un porcentaje muy importante del total.
Si no son los fact-chequers, ¿entonces quién censura en Facebook? 🤬
Sólo Meta puede decidir bajar una información, por ejemplo, cuando no cumple las reglas de la empresa. Esas reglas o políticas, que en teoría entre otras cosas buscan proteger a los usuarios, también se relajaron después del anuncio de Zuckerberg, permitiendo algunos discursos de odio que antes estaban prohibidos, como cuando se ataca a una persona por su orientación sexual o género.
En ciertas situaciones Meta también suspende cuentas de usuarios, como lo hizo en 2021 con la de Trump. Había usado la plataforma para llamar a la gente a protestar, desconociendo su derrota en las elecciones, lo que desembocó en el intento de toma del Capitolio. Esa restricción se levantó el año pasado, cuando ya se anticipaba que podría ser electo nuevamente.
¿Y por qué censuraron a Matamala? 📺
Lo que pasó el domingo pasado fue bastante paradójico, pues el periodista Daniel Matamala publicó en La Tercera una columna en que cuestiona a estos tecno-oligarcas, especialmente a Zuckerberg y a Musk. El título era “Hitler era comunista. Es verdad: lo vi en X”. Cuando subió los pantallazos de la columna a Instagram, la plataforma la bajó dos veces.
El periodista entonces grabó un video leyendo la columna y le pidió a sus seguidores que la compartieran, como una forma de sortear la censura. El video se viralizó —alcanzó a más de 750 mil personas— y Meta terminó publicando los dos posteos que había bajado, que en cinco días alcanzaron a más de 1,5 millones personas.
Parecía obvio que la plataforma lo había censurado por criticar a Zuckerberg, pero yo no estoy tan segura.
¿Entonces por qué lo censuraron? 😯
Existen antecedentes de que la palabra “HItler” está en la lista de términos “baneados” o prohibidos por Meta, como parte de su política contra los discursos de odio. Anteriormente ha bajado contenidos aún cuando el texto critica al tirano alemán.
Esto probablemente se deba a que es una reacción automatizada al uso de la palabra y la herramienta no es lo suficientemente inteligente para captar la intención del discurso. Pero la verdad es que no sabemos con certeza qué pasó, porque la plataforma no le da al usuario ninguna explicación clara. A Matamala le mandaron un mensaje diciendo que la “story” se bajaba porque el posteo original se había bajado, sin decir advertir por qué.
Eso nos lleva a otro problema: la discrecionalidad con que opera Meta para definir qué se puede decir, sin rendirle cuentas a nadie. En rigor, el posteo de Matamala sí pudo haber sido bajado porque criticaba a “Zuck”. No lo sabemos. En X, su “colega” Musk ha suspendido cuentas de periodistas sólo por criticarlo y porque básicamente hace lo que quiere con su empresa.
En todo caso, el de Matamala no es el único posteo “hitleriano” que causó revuelo esta semana.
¿A quién más censuraron? 🎨
El dibujante Alberto Montt subió dos ilustraciones satíricas a propósito del gesto que hizo Musk tras la asunción de Trump, las que fueron rápidamente retiradas por Instagram y luego por X. Las publico acá abajo con autorización del autor:
Por cierto, el video de Musk con el saludo que recuerda a Hitler se difundió sin mayores inconvenientes en las redes de Meta y en X (según Musk, no era un saludo fascista).
Todo esto puede parecer un problema de ineptitud tecnológica, pero no lo es. Vivimos en un mundo en que las redes se han convertido en plataformas esenciales para la comunicación, pero los contenidos son aceptados o censurados, viralizados o aplacados, de manera totalmente discrecional.
Quizás no lo sabes, pero en general en las redes tú no ves lo que comparten tus amigos por orden de publicación, sino lo que un algoritmo configurado por la empresa decide mostrarte.
¿Qué es lo que me puede mostrar el algoritmo?🔢
El algoritmo cambia con el tiempo. Meta, por ejemplo, antes solía promover el contenido de los medios de comunicación. Ahora lo esconde, incluso cuando eliges seguir a las cuentas de esos medios, lo que significó una enorme pérdida de audiencia para ellos.
Algo similar pasó con la política: era una plataforma con gran tendencia al debate político y en algún momento comenzaron a ocultar los posteos sobre ese tema porque según ellos la gente se estresaba. Ahora que Trump volvió a la Casa Blanca, Zuckerberg volverá a darle relevancia a la política: “Pareciera que esta estamos en una nueva era y estamos recibiendo señales de que la gente quiere ver ese contenido de nuevo. Entonces vamos a empezar a ponerlos de nuevo en Facebook, Instagram y Threads”, dijo en su polémico video.
El algoritmo es programado por seres humanos que deciden lo que podemos ver. Esta semana, por ejemplo, Meta decidió que en Estados Unidos no debían ver las publicaciones de cuentas sobre salud reproductiva y píldoras abortivas, a pesar de que su contenido es legal.
¿Entonces hacen lo que quieren? 😱
Básicamente sí. Algunas jurisdicciones, como la Unión Europea y Brasil, se esfuerzan por que cumplan las normas locales. Eso explica en parte el discurso de Zuckerberg en su video contra la censura en otros países, así como su alianza con Trump.
El tema de fondo en el nuevo club de tecno-oligarcas devenidos trumpista es conseguir menos regulaciones y políticas públicas que hagan crecer aún más sus negocios y aumentar sus ganancias.
¿Han tenido éxito? ⭐
Nunca he visto un lobby que haya tenido tanto éxito tan rápido. Piensa que Trump juró como presidente este lunes 20 de enero. Ese mismo día firmó una orden ejecutiva —como un decreto que no requiere intervención del Congreso— que da plazo hasta abril para buscar una solución que impida el cierre de TikTok, ordenado por una ley que él mismo promovió en su anterior mandato.
Al día siguiente, anunció que un conglomerado de empresas, que incluye a ChatGPT, invertiría US$ 100 mil millones en infraestructura para inteligencia artificial (IA), como data centers. Dos días después firmó otra orden ejecutiva que anulaba una de su antecesor, Joe Biden, que entregaba al gobierno ciertas atribuciones para regular el avance de la IA, de modo de evitar riesgos para la seguridad o la salud pública. El nuevo gobierno busca que Estados Unidos sea la “capital de la inteligencia artificial” y la orden de Trump es eliminar cualquier traba que dificulte las inversiones en este campo.
En la misma línea, firmó otra orden que promueve el desarrollo de las criptomonedas, un negocio en el que él mismo invirtió poco antes de asumir en la Casa Blanca, al lanzar la moneda $TRUMP.
Pavimentar el camino para el desarrollo de la inteligencia artificial y las criptomonedas está entre las prioridades de los tecno-oligarcas, que encontraron en Trump un gran aliado, a un precio que seguramente es bajo al lado de las utilidades que lograrán gracias a él. 💸
🔗 Enlaces recomendados para entender mejor:
Clave de búsqueda, newsletter del Centro Latinoamericano de Investigación Periodística (CLIP), que analiza el mensaje de Mark Zuckerberg.
Hitler era comunista. Es verdad: lo vi en X, columna de Daniel Matamala en La Tercera.
Instagram y Facebook bloquearon y ocultaron publicaciones de proveedores de Píldoras abortivas, The New York Times.
El día en que la oligarquía tecnológica tomó posesión con Donald Trump, El País.
Las denuncias de censura de los “oligarcas tecnológicos” envalentonan a la ultraderecha europea, El Diario.es
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